jueves, 15 de marzo de 2012

Impresionismo en México

Ya sabemos que el impresionismo fué un movimiento que surgió en Francia, pero, también existió un pintor mexicano de esta época y su nombre era Joaquín Clausell.




1866 - 1935
Joaquín Clausell fue el único pintor mexicano de su época que dedicó de su obra al movimiento impresionista. Nació en Campeche en 1866; al concluis el bachillerato se trasladó a la ciudad de México para estudiar Leyes, obteniendo el título de abogado en 1896. Mientras realizaba sus estudios profesionales se dedicó al periodismo y a la caricatura política, comenzó a publicar en el diario La Campaña Electoral de 1886; para 1892 formó un partido anti-reeleccionista, escribió para La República y, posteriormente, fundó y dirigió un periódico de oposición: El demócrata.
A la postre su activismo político lo llevaría a prisión en aquellos tiempos difíciles del Porfiriato.

Fuentes brotantes en otoño.

Decepcionado por la situación desigual que se vivía en México, por la inestabilidad y el hambre maquilladas de un progreso afrancesado, Joaquín Clausell se marchó a Nueva York, donde permaneció un tiempo hasta que se trasladó a París. Allí, a partir del contacto que estableció con los impresionistas, especialmente con Emile Zolá, se reveló su vocación por la pintura.

De regreso a México, el artista creó en la azotea de la casona que habitaba con su esposa —El viejo Palacio de los Condes de Santiago de Calimaya— , ubicada en el centro de la ciudad de México, un taller de pintura que además sirviera como centro de reunión para cuando departía con sus amigos de la Revista Savia Moderna.
Lenta y obsesivamente llenó las paredes de ese refugio con un aproximado de mil trescientos bocetos cuadrados y pequeños que forman un mosaico de fantasía, caprichos y sueños. Las pequeñas obras de los muros no tienen unidad temática: hay retratos de personajes históricos, de sus contemporáneos, de familiares y amigos que se mezclan con iconos religiosos, cristos, cruces, ángeles que se topan de frente con animales fantásticos o seres mitológicos; pequeñas escenas y paisajes.


Dicen —a modo de leyenda— que la obra mural surgió porque el artista utilizaba las paredes para quitar el exceso de pintura de sus herramientas de trabajo: los pinceles. Entonces, utilizando como base las manchas, se disponía —un poco en trance— a crear o a sacar esas imágenes que reclamaban su existencia. Tal vez por eso se considera que ése es uno de los rincones más enigmáticos de la ciudad de México: un lugar donde de algún modo se puede acceder a fragmentos de los sueños del artista. Como sea, Joaquín Clausell dejó en aquellos muros el testimonio de sus miedos, fantasías, obsesiones, anhelos y fantasmas: ésa fue una obra en la que trabajó cada día de su vida.

Así, el único impresionista mexicano murió a los 69 años mientras se encontraba de paseo en las Lagunas de Zempoala, en el límite de los estados de México y Morelos: todo sucedió cuando resbaló de una roca, la caída fue mortal.

A continuación una de sus obras: Paisaje con bosque y río.





1 comentario:

  1. Juaquin clausell y Alfredo Ramos Martinez
    Los dos principales pintores mexicanos impresionistas.
    Aunque tambien hay media docena más también con la herencia de lacorriente Europea impresionista.

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